Mi mejor sapo: YO

La idea de besar sapos que se conviertan en príncipes azules esta ya desfasada para muchas personas. Cada vez más nos alejamos del  concepto de “buscar el amor”, intentamos buscar un  compañero con el que compatibilicemos bien, que nos haga reír, que nos de afecto, compañía y… ¿ya? Muchas veces nos conformamos con conseguir un acompañante que termina siendo algo más parecido a una mascota. ¿Cómo terminamos en relaciones que no nos hacen felices? ¿Hasta qué punto dejamos de ser flexibles para ser conformistas?

 

Otras veces no nos conformamos y buscamos la persona "perfecta para nosotros" lo que nos crea frustración, porque por más que buscamos nunca la conseguimos,  ¿cómo puede ser alguien perfecto para nosotros? ¿Qué es la perfección para nosotros? , creo que la mayoría no se conoce ni al 50%, no sabemos bien que queremos, cambiamos de idea y de gustos según cambia la publicidad, así mismo va cambiando nuestro estereotipo de pareja perfecta hasta el punto de que termina siendo  casi una cuestión de moda. Pero; si exigimos tanto de una persona externa tenemos que tener claro primero lo más importante, lo interno, nosotros mismos ¿Quiénes somos? ¿Qué queremos? ¿Qué puedo aportar yo a una pareja? ¿Qué busco de una pareja?

En la actualidad somos más independientes, no queremos perder nuestra identidad por tener una relación, eso significa que queremos seguir haciendo nuestra rutina y sacar tiempo para compartir con tu mejor sapo. Pero; ¿sabemos que es “nuestra identidad”?  ¿Qué es lo que te define como persona? ¿Te hace feliz la rutina que llevas? ¿Puedes incluir a otra persona en tu rutina? ¿En qué te ayudaría tener una pareja para mejorar tu rutina?

Antes de obsesionarnos con buscar afuera todas las respuestas y echarle la culpa a que todos los hombres o mujeres son iguales, o que en el mundo actual es difícil conocer a alguien, que no tenemos tiempo o cualquier otra excusa que nos pongamos para evadir nuestra responsabilidad en el asunto, porque no buscamos respuestas dentro de nosotros, el mundo empieza a cambiar cuando cambiamos internamente.

Podemos darle la vuelta a la tortilla y concentrarnos en trabajar en nosotros mismos, en conocernos, en crecer día a día para aportar lo mejor al mundo que nos rodea

Cuando estemos felices con lo que somos, con nuestra identidad, con nuestra rutina, cuando tengamos claro cuáles son nuestros límites, estaremos creando una confianza en nosotros mismos, una seguridad que se hará visible para los demás y atraerá a las personas adecuadas en tu vida

 

 

No hay nada malo en que queramos buscar el amor, el amor es esa gasolina que mueve el mundo y nos da esa energía y esa chispa para que nuestros días sean más emocionantes; pero el amor empieza desde dentro de nosotros, más que buscarlo, el amor hay que cultivarlo, ¿Cómo cultivas tú el amor?