Hablar es fácil, comunicar lo que nos pasa por la cabeza no tiene nada de retador, lo hacemos todo el tiempo, para hacer saber nuestras necesidades, nuestras opiniones o simplemente para llenar el vacío de un momento
Pero cuando queremos comunicarnos con una persona que nos importa, con la cual tenemos una relación, ya sea de amistad, familiar, amorosa o incluso de trabajo, para darle una opinión, una crítica o una sugerencia ¿nos tomamos más tiempo de pensar lo que le vamos a decir? ¿Cómo se lo vamos a decir? ¿Pensamos si esto ayuda a la persona? ¿Lo hacemos por él/ella o por nosotros?
Creo que si trabajáramos mas en lo que aportamos al mundo, cada vez que expresamos algo, podríamos cambiar enormemente nuestra realidad, al expresarnos, deberíamos ser claros, concisos y siempre pensar que hay otro ser humano del otro lado, que va a recibir ese mensaje, por lo tanto es importante pensar en él, en si nuestro comentario lo va a limitar o lo va ayudar.
¿Cuántas discusiones no empiezan por un mal entendido? ¿Identificas a alguien en tu entorno con quien siempre tienes problemas de comunicación? ¿Cómo podrías mejorar tu forma de comunicarte?
En el coaching, aunque no emitimos juicios ni opiniones, es importante saber expresarnos, primero, para dar preguntas claras que ayuden al cliente a expandirse, pero también para aclarar nuestro rol en la sesión desde antes que comience; expresar cuales son nuestros límites durante la sesión, que es lo que vamos a aportar, como será nuestro método de trabajo, así nuestro cliente tendrá una visión clara de que esperar antes de cada sesión
Para mí personalmente, este ha sido un gran aprendizaje en el coaching, lograr expresarme sin palabras, solo interviniendo pensando en el otro y desprendiéndome de mi ego en cada sesión, para lograr un estado de sintonía, donde puedas bailar al ritmo del cliente, creando un ambiente propicio para que mi cliente logre expandirse al máximo.
Mi invitación de hoy, es para que tomemos conciencia de lo que expresamos, para que nuestras palabras y gestos los hagamos desde el amor, interesándonos en el bienestar del otro, concentrándonos en que nuestras palabras sean de valor para otra persona y si no lo vemos claro, si tenemos una duda de si lo que voy a decir lo puede limitar, practiquemos el silencio
Jhon Lennon decía: “Mi rol en la sociedad, o la de cualquier artista o poeta, es intentar expresar lo que sentimos todos. No decir a la gente cómo sentirse. No como un predicador, no como un líder, sino como un reflejo de todos nosotros”
¿Qué reflejas al mundo con tu forma de expresarte?